miércoles, 1 de abril de 2015

La idoneidad de una familia para adoptar no depende de su orientación sexual

En Gran Bretaña se celebra a partir de mañana lunes la llamada “Adoption and Fostering Week 2015“, una semana de sensibilización sobre la importancia y necesidad del acogimiento y adopción como una fórmula óptima para dar una familia a las niñas y niños que están en los centros. En Inglaterra, Gales y Escocia las parejas del mismo sexo pueden adoptar desde el año 2005, triplicándose la cifra de adopciones igualitariasdesde las 90 del año 2007 a las 340 del 2014. Este año, esta semana tiene color arcoiris, al confirmar las autoridades de protección a la infancia que las familias lgbti son una alternativa muy válida de entorno familiar para los niños que la necesitan.
A miles de kilómetros de distancia, en la Colombia que protagoniza Arco, precisamente se acaba de negar la adopción en estas condiciones a las personas LGBTI. Y la Corte Constitucional de Colombia ha dictaminado que el derecho de parejas del mismo sexo a adoptar niños solo es posible cuando existan lazos biológicos entre uno de los miembros de esta unión y el menor. Se trata por tanto de una discriminación que solo tiene fundamento en los prejuicios y la ignorancia. ¿Cuál es la diferencia?

No solo en Gran Bretaña sino en otros países, incluido España, está perfectamente demostrado que la familia creada por dos personas del mismo sexo es perfectamente válida para la crianza de un niño, y que lo único que es necesario es el deseo de tenerlo, de estar a su lado y de acompañarle en su desarrollo desempeñando esa figura de protección y cuidado que corresponde a un padre o una madre.

La diferencia que ha hecho la Corte Constitucional es una mala noticia no solo para las personas LGBTI, sino también para las niñas y niños que podrían disfrutar de un entorno familiar y crecer arropados por la ternura de dos personas. La idoneidad de una familia no depende de su orientación sexual. Ahí no está la diferencia, los que ya vivimos en libertad y en igualdad lo sabemos, aunque siempre queden retos.