jueves, 29 de noviembre de 2018

Winnie the Pooh no miente

Foto: The British Foreign and Commonwealth Office
Lo que sucedió con Winnie the Pooh el pasado miércoles no tiene nada de gracioso ni de exótico. La censura no es una broma y cuando la policía secreta le pide a un hombre disfrazado de Winnie the Pooh que se retire del espacio público para “no molestar a los chinos” estamos ante un acto de censura política, ante un uso abusivo de la posición de poder para controlar y limitar la libertad de expresión de una persona que con sus actos y/o palabras puede molestar, ofender o criticar a quien ocupa el Poder. La Policía Nacional sabe lo delicado de lo sucedido, de ahí su empeño en dar otra versión de los hechos, una que saque a relucir lo importante que es velar por la “seguridad” e identificar a todas aquellas personas que, disfrazadas y con la cara tapada, pudieran haber supuesto una amenaza potencial a la integridad de Xi Jinping. Niegan las fuentes policiales que se diera instrucciones en ningún momento para sacar a nadie de la plaza porque saben, efectivamente, que de haberlo hecho estaríamos ante una actuación de suma gravedad. Por tanto, o miente Winnie the Pooth o la policía española no reconoce la verdad. 

viernes, 23 de noviembre de 2018

Hombres, mentiras y otras excusas de compañía

Foto: gaelx
Poco que celebrar. Otro 25 de noviembre en el que hay mucho, muchísimo que hacer. El tiempo pasa sin perder la esperanza, entre otras cosas, de que llegue el día en que haya hombres que, en espacios privados y sin necesidad de focos, repudien a esos que, con nombre y apellidos, acosan y agreden a las mujeres y a las niñas. Confío en que llegará la fecha en la que los hombres que ni golpean ni maltratan ni abusan desterraran de su entorno a los que sí lo hacen. Pero, mientras llega, sigo sin ver que vosotros, esos otros hombres, sin que nadie os lo pida, pongáis en su sitio y señaléis la puerta de salida a vuestros colegas, compañeros, familiares, amigos y vecinos cuando cosifican a las mujeres, adolescentes y niñas usándolas en sus compadreos sexistas, sus desahogos de un mal día, sus postureos ficticios y su barra libre de machismo, agresividad y chulería con el ‘porque yo lo valgo’ o ‘porque tú eres mía’.

jueves, 15 de noviembre de 2018

La mujer que nos traicionó

Foto: Città di Parma
Durante un tiempo, no tan lejano, representó todas las luchas que se podían representar: la feminista, la pacifista e, incluso, la cultural. Durante los más de 15 años que permaneció bajo arresto domiciliario, su figura se sacralizo y los motivos por los que su gobierno le prohibió la libertad de movimiento dejaron de ser un asunto doméstico para convertirse en un tema de la agenda internacional. Aquella magnética mujer no solo cautivó por su presencia, sino porque su oposición pacífica a la opresión, a diferencia de lo que había sucedido con Mándela, Gandhi o Luther King, la encabezaba una mujer. Ella, en sí y por sí misma, representaba mucho más que el hecho de enfrentarse y retar a un régimen militar sanguinario. Como mujer activista, su resistencia y negativa a abandonar su causa, la obligaba a elegir. O se quedaba dentro del orden patriarcal occidental en el que había tejido toda su vida desde muy joven o lo desafiaba luchando contra el gobierno que lo representaba violentamente en su propio país. 

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Esta no será la última derrota de Trump

Foto: Gage Skidmore
Parecen desconocer los sátrapas que el tiempo, y con él la Historia, termina colocando a cada uno en su sitio, y que ese lugar –raramente- es el olvido. Basta hacer una sencilla búsqueda en internet para comprobar que quienes construyen su legado a base de mentiras, corrupción, despotismo, tiranía y crueldad no suelen caer en la desmemoria colectiva y que, antes o después, la persona y su personaje terminan por rendir cuentas. Unas veces ante la Justicia terrenal y, casi siempre, en forma de justicia poética a través de la literatura, el cine, el arte, la fotografía y por supuesto, el activismo. Mientras la Historia espera su turno y la vida se sucede, las víctimas sufren injustamente porque sí.
Ningún país está salvo de tener sus propios sátrapas, de dar cabida y cobijo a quienes abusan de su poder en el Poder pero también a quienes lo hacen detrás de una sotana, desde un atril, al lado de una bandera o, sencillamente, tras la puerta de lugar que debería ser refugio y ser hogar. Y así, la lista podría seguir hasta el infinito y más allá. Los sátrapas están ahí.

jueves, 1 de noviembre de 2018

Nos quieren convencer de que no hay alternativa

Foto: Palácio do Planalto

A las élites económicas y financieras parece que no les basta ocupar su propio sillón y, ahora, llegada la edad de jubilación, deberían empezar a plantearse eso de entrar en política. ¿Para qué? “Para aportar valores humanos y experiencia”.

Esta fue la consigna que José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, dio hace unos días a quienes asistían al Congreso de Empresa Familiar. Podría ser una buena noticia que desde los espacios empresariales se reconozca que son las urnas las que deben decidir quién dirige la vida política de nuestro país, pero lo cierto es que detrás hay algo más. Su motivación para meterse en política sería la falta de reconocimiento y legitimidad que dan a los actuales interlocutores sociales y políticos que aceptan medidas como la subida del salario mínimo sin primar la mentalidad empresarial. Vamos que aceptan las reglas porque no hay otras, pero no a los equipos que juegan el partido, aunque sean de su propiedad.