lunes, 16 de marzo de 2015

El obsceno espectáculo de matar

Análisis publicado en 20Minutos  (blog 1 de cada 10)
Fotografía de Federica Olivieri

Con los ojos vendados te empujan al vacío desde lo alto de un edificio. Cuando estás en el suelo una turba gente, incluidas mujeres y niños, te apedrea hasta que mueres. Tanta crueldad y saña se deben a tu presunta orientación sexual. Dicen que eres gay. Y puede que lo fueras pero también puede que no. Puede que solamente estuvieras en el bando equivocado o simplemente no tuvieras bando. Tan posible es que fueras gay como que no lo fueras. Ahora solo eres un cadáver cuya sádica ejecución tiene mucho valor mediático. Sus imágenes han recorrido medio mundo. Son virales y forman parte de un mensaje que quiere provocarnos las mismas dosis de odio que de terror.

Sería un grave error -a partir de estos hechos que se vienen repitiendo- creer que ser homosexual en Siria tiene bando. Para nada, ser gay allí es estar atrapado entre dos fuegos. Pero no son los únicos que se encuentran en esa situación, cualquiera puede ser víctima de persecución, tortura y ejecución. En este país devastado por el horror de una guerra sin fin, atacar a los homosexuales es de lo más normal y atacar al contrario acusándolo de homosexual, también. Se puede llegar a ganar mucho dinero y poder hostigando, chantajeando, torturando y asesinando, también a los homosexuales. Son presas fáciles, tanto para las fuerzas leales a Al Asad como para los rebeldes de la oposición.

jueves, 12 de marzo de 2015

Siete cosas que debes saber sobre la pobreza infantil en España

Análisis publicado en eldiario.es (blog Save The Children)


Ni la pobreza es una quimera, ni todos los niños vienen al mundo con un pan debajo del brazo. Sin embargo, sin datos ni evidencias es difícil poder hacerse una idea de cuál es el impacto que tiene el problema de la pobreza entre las niñas y niños.

Save the Children tiene las evidencias, día a día conocemos historias de niñas y niños de las que dan buena cuenta los medios de comunicación a modo de ‘tragedia’. Sin embargo, las evidencias también nos muestran que cuando se invierte en los niños, se apuesta por ellos y se centra la intervención en sus necesidades desde la atención integral, muchas de esas ‘crónicas negras’ se vuelven en historias de recuperación y superación. Pero nuestro trabajo y compromiso diario no es suficiente cuando observas los datos. El problema de lapobreza infantil requiere de una respuesta que se escapa de las manos de cualquier ONG, requiere invertir en infancia.

En el actual contexto es necesario un cambio de tendencia en la inversión pública para luchar contra la pobreza infantil pero éste no va a venir solo. Mientras la sociedad no lo pida ni lo exija, estaremos viviendo de espaldas a lo que le sucede a más del 16% de la población, y en concreto a uno de cada tres niños que se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social. Lo esencial no puede ser invisible para los ojos y al menos hay siete cosas que se deben saber sobre la pobreza infantil:

1. ¿Por qué hablar de pobreza infantil y no de pobreza familiar?
Los niños tienen unos derechos humanos propios recogidos en la Convención de los Derechos del Niño. La pobreza es un problema de derechos humanos, más que un tema económico es una privación profunda de las libertades fundamentales y un ataque a la dignidad humana, tal y como dijo la Alta Comisionada de Naciones Unidas en el año 2006. En los niños, al igual que en los adultos, su libertad y su dignidad se ven afectadas por la pobreza. Al hablar de pobreza infantil enfocamos en cómo la pobreza afecta a sus derechos, les ponemos en el centro.

2. ¿Es lo mismo vivir bajo el umbral de la pobreza que estar en riesgo de pobreza?
No solo no es lo mismo sino que diferenciar y hablar de ambas situaciones es determinante a la hora de distinguir las causas que las originan y por tanto, para dirigir acertadamente las medidas al origen de las mismas.

3. ¿Qué es vivir por debajo del umbral de la pobreza?
También llamada pobreza relativa. En España el 27,5% de nuestros niños vive con menos del 60% de los ingresos medios que tiene una familia (o unidad de consumo como lo considera el INE). Dentro de España, la peor situación de pobreza infantil es la de Ceuta más de la mitad de su población infantil (58%) vive bajo el umbral de la pobreza. Las otras comunidades tampoco es que presenten una situación mucho mejor: en Castilla La Mancha, la proporción de niños en pobreza relativa es de cuatro a diez y Extremadura (39,6%), Andalucía (38,8%) y Canarias (35,1) presentan situaciones muy parecidas, por citar las que presentan peores índices.

4. ¿Qué es vivir en riesgo de pobreza o exclusión social?
Es vivir no solo por debajo del umbral de la pobreza, sino además hacerlo enhogares donde los adultos trabajan por debajo de sus posibilidades laborales y se vive en un estado de privación material severa. En España, 1 de cada 3 niños viven en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Nuevamente en Ceuta se dan las peores circunstancias para los niños en este sentido (el 64% están en riesgo de pobreza) pero según lo que se llama tasa AROPE, Andalucía (45,3%) estaría por delante de Castilla La Mancha (43,4%), y Murcia (43%) por delante de Extremadura (40,8%) y Canarias (39,4%).

5. ¿Cuándo un niño sufre privación material severa?
Una niña o un niño que viva en un hogar donde él y su familia no tengan acceso al menos a 4 de los 9 siguientes indicadores se encuentra en situación de privación material severa:
  • Pagar el alquiler, una hipoteca o facturas corrientes
  • Tener la casa a una temperatura adecuada el hogar durante los meses de invierno
  • Poder afrontar gastos imprevistos
  • Tomar una comida de carne, pollo o pescado (o sus equivalentes vegetarianos) al menos 3 veces por semana o cada dos días
  • Irse de vacaciones al menos una semana al año
  • Tener un coche
  • Tener una lavadora
  • Tener un televisor en color
  • Tener un teléfono
En España, en un grupo de 25 niños habrá 2 que están en una situación de privación material severa. Pero si fijamos la mirada en las comunidades con peores datos vemos que en Canarias, Asturias, Murcia, La Rioja, Ceuta y Melilla uno de cada diez niños viven este de privacidad.

6. ¿Qué probabilidades tienes de ser pobre si tus padres no alcanzaron la Secundaria?
Muchas. La educación es una inversión necesaria para acabar con la pobreza infantil y que esta no se transmita generación tras generación: seis de cada diez niños que viven en hogares formados por padres que no han terminado la Secundaria se encuentran en situación de riesgo de pobreza.

7. ¿La pobreza infantil discrimina?
Por supuesto, no solo por los estudios alcanzados por los progenitores sino también por el género, la composición de la unidad familiar y el origen extranjero.

La mitad de los niños que viven en hogares donde al menos uno de los progenitores es extranjero vive por debajo del umbral de la pobreza y prácticamente la mitad de los hogares monoparentales (47,6%) están en situación de pobreza. En Aragón y Ceuta la proporción de hogares monoparentales en situación de riesgo de pobreza es de tres de cada cuatro.


Los datos ponen en evidencia la necesidad de una inversión en infancia tal y como recomienda la Comisión Europea para romper el ciclo de las desventajas. Si de algo nos sirven los datos no es solo para hacer titulares con ellos o visualizarlos con arte, deben ser un instrumento que nos ayude a enfocar las medidas que compensen las desigualdades y garanticen los derechos de las niñas y los niños. Los datos deben estar accesibles, ahondar en las posibilidades de cruces y recoger información útil para que las políticas sean equitativas y a medida. Y para ayudar en el acceso a la información clave en Save the Children ha publicado los principales datos de Pobreza Infantil.

domingo, 8 de marzo de 2015

Totalmente libres (versión escrita)

Esta es la versión escrita completa de la Masterclass que impartí hace un año en el programa 'Alaska y Coronas'


"Ningún país del mundo ha logrado la igualdad entre mujeres y hombres ni entre niñas y niños y las violaciones de los derechos de las mujeres y niñas siguen siendo un ultraje", estas son parte de las palabras con las que la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres presenta el Día Internacional de la Mujer en este año 2014. 

Las mujeres, comparten con otros sujetos -cuya condición los hace ser “diferentes”- la dificultad para ser reconocidas como iguales y legítimas de derechos por el simple hecho de ser quienes son, por el hecho de ser mujer.

Hay un gran abismo entre lo que está escrito y la realidad de las mujeres. Uno de los grandes avances para las mujeres y las niñas se produjo hace 20 años en la Conferencia de Población y Desarrollo que se celebró en El Cairo cuando 179 Estados se comprometieron a garantizar el acceso a los derechos sexuales y reproductivos en igualdad de género. Sin embargo, los avances en estos y otros derechos es lento y muy desigual. El balance que hace Naciones Unidas sobre el cumplimiento de los ODM para niñas y mujeres es realmente decepcionante.

Este año 2014, al concluir la revisión de los compromisos de la Conferencia de El Cairo, y estar en preparación de la agenda post 2015 de los Objetivos del Milenio, se plantea un momento clave para redoblar esfuerzos en que se produzcan los cambios que todavía siguen siendo necesarios para lograr el respeto a los derechos de las mujeres y el trato desde un plano de igualdad.

"Ser diferentes no significa inevitablemente ser desiguales y mucho menos amenazantes". Dice Desmond Tutu (clérigo anglicano y premio nobel de la paz) que “no hay justificación científica para el prejuicio y la discriminación nunca, y que tampoco hay ninguna justificación moral para ello”.

La desigualdad entre hombre y mujer no es algo natural, la diferencia sí lo es. La desigualdad se construye. Son las sociedades y las culturas las responsables de cómo somos cómo hombres y cómo mujeres. Esto lo explica muy bien Marcela Lagarde. Hay quienes con sus ideas y creencias construyen mitos que asocian a la mujer con “debilidad y sometimiento” y a los hombres con “mando y dominación”. Creencias que dan por hecho una desigualdad natural de la mujer respecto al hombre, una especie de inferioridad que justifica a gobiernos y a terceros (religiones, medios de comunicación, comunidades, empresas, escuelas, familia, etc) para limitar el no acceso de la mujer a los mismos derechos del hombre y su sometimiento a normas que les niegan el control sobre su vida, su cuerpo y su sexualidad.

La violencia y la igualdad de género están estrechamente vinculadas. En Europa, por ejemplo, una de cada cuatro europeas sufre a lo largo de su vida al menos una agresión a manos de su pareja según datos de la OMS siendo especialmente preocupante el incremento que se esta dando de esta entre los jóvenes.

Y en España, en 2013 murieron 48 mujeres y cinco niños a consecuencia de la violencia de género. En los dos meses que llevamos de 2014 las mujeres asesinadas a manos de sus parejas son 11. Dicen las organizaciones de DDHH que las mayores trabas están en las que existen para que las mujeres tengan una protección real y efectiva. Y cuentan las propias mujeres, quizá hayan podido ver el espléndido documental “La Maleta de Marta” que la propia sociedad no terminamos de darles legitimidad ni cabida ni cobijo. Las cuestionamos y las obligamos “justificando a los agresores” a estar escondidas y en huida permanente. También dicen las mujeres que la falta de trabajo o la precariedad de los salarios, insuficientes para tener una independencia económica, son para ellas un freno a la hora de denunciar. De ser otra su situación económica y laboral muchas de las mujeres víctimas de la violencia de género afirman que no habrían alargado tanto la situación.

Afirmar y decir a un varón, a una comunidad o un tercero este es mi cuerpo y estos mis derechos representa en casi todos los países un riesgo para la integridad física y para la vida. El día 8 de marzo nos sirve solo para reclamar a los gobiernos, los líderes políticos y sociales que protejan, garanticen y respetan los derechos de las mujeres desde la igualdad. Si la igualdad real no es efectiva es gran parte, todavía, porque los que formamos parte de la sociedad no terminamos de construir una cultura de lo cotidiano que recoja la igualdad y la diversidad, que respete a la mujer en su integridad.