martes, 29 de septiembre de 2020

El niño temblaba

 

Foto: Angeloux


No sé cuántos de ustedes, siendo niños, siendo niñas, han temblado de miedo. No sé si, de ser así, en aquel momento encontraron consuelo, si alguien les abrazó, les dijo que no pasaba nada, logró calmarles y, efectivamente, así fue, no pasó nada. De ser así, tuvieron la fortuna de encontrar a su lado adultos protectores que les aseguraron final feliz a un momento de pánico. Sin embargo, muchas veces, demasiadas, no hay finales felices para los miedos, la ansiedad, el susto que hacen temblar a millones y millones de niños, niñas y adolescentes. También en nuestro país.  

Si los datos sirvieran de algo más que para ofrecer titulares a los medios de comunicación, las cifras que reproducen sin mucha pasión porque afectan a la infancia y a la adolescencia, deberían cambiar el rumbo de las políticas, pero sobre todo de las decisiones administrativas y resoluciones judiciales que afectan directamente a la integridad física, sexual y emocional de niñas, niños y adolescentes. 

martes, 22 de septiembre de 2020

Hacerse cargo del miedo o alimentar la alarma social

Foto: George Ian Bowles

El miedo colectivo, y el individual, está ahí. Es parte de la sobrecarga emocional que venimos arrastrando en estos últimos siete meses desde que tomamos conciencia, vía estado de alarma, de nuestras vidas por la letalidad y gravedad del Sars Cov 2. Con el desconfinamiento pensábamos que llegaría una normalidad nueva pero similar a la anterior y que el miedo se iría diluyendo. Sin embargo, no ha sido así. A las puertas del reconocimiento oficial de que estamos en una segunda ola de pandemia, ese miedo (que nunca se fue) rebrota como el virus y la pregunta es –ahora que vuelve a escucharse eso de que nos preparemos para semanas duras–saber cómo se van a hacer cargo los responsables públicos, políticos, representantes institucionales y organizaciones de la sociedad civil de esta emoción tabú a ser mencionada.

Pero lo cierto es que ante un escenario de más confinamientos (aunque sean selectivos) y agravamientos de los problemas sociales, económicos y vitales por esta segunda oleada y un contexto de bulos y auge de la extrema derecha es necesario que sindicatos, organizaciones del tercer sector, medios de comunicación, asociaciones vecinales, servicios públicos y básicos para la comunidad, organismos oficiales vinculados al empleo, las ayudas públicas y servicios sociales, la sanidad o la educación se planteen seriamente cómo se van a hacer cargo del miedo colectivo porque de lo contrario lo harán otros que no buscan, precisamente, que la sociedad conecte con su potencial de superación y apoyo mutuo, sino más bien todo lo contrario.

martes, 15 de septiembre de 2020

Comprender la irracionalidad y a los irracionales


Foto: AraInfo


L
a gran mayoría de la gente no busca intencionadamente adherirse a afirmaciones falsas, erróneas o distorsionadas a sabiendas. Los mitos, estereotipos, prejuicios y sesgos que nutren el racismo, la xenofobia, la homofobia, la transfobia, el machismo... responden, sin duda, a relatos falaces a pesar de ser desmontados fácilmente al ser contrastados con datos o la realidad.

Cuando afirmamos que el racismo, la lgtbfobia, la xenofobia o el machismo son problemas estructurales lo que estamos señalando es que, desde bien temprano, la estructuración social, educativa, familiar y económica se articula a partir de ideas y creencias que potencian el arraigo de sesgos inconscientes y prejuicios que potencian, equivocadamente, el trato injusto y desigual a partir del género, la raza, la clase, el sexo, la orientación, las capacidades, la nacionalidad, la identidad...