lunes, 25 de noviembre de 2013

Nada lo justifica

Publicado en el blog de Metroscopia para El Pais



Tres de cada cuatro hombres denunciados por violencia de género en 2011 tenía entre 14 y 44 años según datos de la Estadística de Violencia Doméstica y Violencia de Género publicados por el INE en mayo de este año. No deja de ser llamativo que los hombres más jóvenes escenifiquen lo peor de los valores, creencias y actitudes que un hombre puede tener hacia una mujer. En las relaciones afectivas entre la población más joven —también entre los menores de edad— se están reproduciendo roles de machismo y maltrato que deberían estar ya superados y que no hacen prever un cambio de tendencia en la eliminación de la violencia doméstica. 

En el último año aumentaron hasta un 33 % los casos de violencia de género protagonizados por chicos de entre 14 y 18 años, señala la Fiscalía General del Estado en su Memoria de 2012. Según las conclusiones del estudio “La Evolución de la Adolescencia Española sobre la Igualdad y la Prevención de la Violencia de Género”, entre las conductas de maltrato que los chicos adolescentes reconocen haber tenido con más frecuencia destacan el control abusivo del chico sobre la chica y la presión e intimidación que ejerce sobre esta para satisfacer sus deseos. Los jóvenes que afirman haber pegado a su pareja son los menos (3 %), pero es posible que exista una bolsa oculta de las conductas más graves que los adolescentes o bien no perciban como de tal gravedad, o bien no quieren reconocerlo públicamente.

Que las estadísticas reflejen una disminución en el número de denuncias por parte de las mujeres parece deberse más a la dependencia económica que estas tienen de sus parejas a causa de la crisis que a un cambio positivo de tendencia en la violencia machista. La responsabilidad de la sociedad ante este tipo de conductas es no justificar en ningún caso al agresor, sea cual sea su edad o su estatus social. No cabe la permisividad. La violencia de género es una de las más graves formas de violación de los derechos humanos de la mujer y refleja un problema cultural en aquellos lugares donde se da.