miércoles, 3 de febrero de 2016

Ya tenemos una Barbie futbolista (y lesbiana)

Foto de Abbey Wambach como capitana de la selección de fútbol de USA

Abby Wambach es, ante todo, una profesional del fútbolEn 2012 ganó el Balón de Oro; con 170 goles tiene el honor de ser la máxima goleadora mundial; y cuenta con dos medallas de oro de las Olimpiadas de 2015 y 2012. Ahora, a sus 34 años, estos grandes éxitos deportivos han servido para que, con su imagen, se haga una de las versiones de la archiconocida muñeca Barbie: la futbolista.

Esta versión de Barbie, podría incluirse dentro de la campaña queMattel ha lanzando sobre la evolución que la muñeca está experimentando. Hubiera sido una buena oportunidad, ahora que se quiere diversificar la versión clásica, ofrecer otras muñecas Barbie menos estereotipadas no solo a las niñas, y dar en la diana al 100% en una de las frases que acompañan al vídeo que ilustra la campaña: “es importante que cada Barbie sea diferente como la gente del mundo real, ni más ni menos”.

Sin embargo, la Barbie más ‘diversa’ (y menos perfecta), además de olvidar a la Barbie futbolista (y lesbiana),  nos deja claro que Barbie seguirá siendo una muñeca solo para niñas:

Hay un algo contradictorio en todo esto si leemos que la Barbie de Abby Wambach lo que quiere es mostrar a las niñas que pueden hacer cosas distintas a las esperadas para ellas, por ejemplo: ser futbolista (lo de lesbiana se añade por que la deportista lo es, no porque la muñeca tenga que serlo)

Es cierto, tal y como dijo la reconocida deportista en el acto de presentación de su muñeca Barbie, que con estos cambios se están rompiendo barreras. Pero es un poco triste pensar que esto es todo lo que se va a poder conseguir a la hora de mostrar las diferentes formas de ser niña (y niño) que existen.

Este tipo de campañas continúan reforzando la mirada binaria (y sexista) del juego que es la antesala de la vida adulta y de las relaciones. Si hay juguetes que son para niñas y otros para niños es porque cada uno tiene un mundo emocional con necesidades diferentes. He ahí el error. Decía ayer un psicólogo en el programa de Jordi Evole (#MachismoMata) que los varones emocionalmente son analfabetos porque desde niños no se les enseña a expresar emociones.

Es verdad que a partir de ahora habrá una mayor diversidad de muñecas Barbie pero no están reflejando la igualdad y la diversidad real a la que aspiran según su anuncio. Admitir la diferencia no significa aceptar la igualdad y por tanto, no implica que se quiera acabar con el sexismo.

Hasta que, por ejemplo, los vídeos de Barbie no sean un poco menos rosas, aparezcan niños (varones) jugando con ellas o veamos un anuncio del muñeco Ken vestido de princesa, la casa Mattel no habrá alcanzado el top ten de marca que promueve la diversidad y respeta la igualdad.

Ahora, simplemente, estamos aplaudiendo un espejismo de ella que, como la Barbie clásica, está bien moldeado pero es bastante irreal. Es superficial. Pero lo superficial gusta porque cada vez se camufla mejor en lo políticamente correcto.