viernes, 21 de diciembre de 2012

Ahorrar en derechos es perder en valores



Ilustración de Olga Ramirez
La sociedad española no termina de creer que la reforma sanitaria que acometió el Gobierno –y que excluye de la asistencia sanitaria normalizada a los extranjeros en situación irregular- represente un ahorro significativo para el Sistema Nacional de Salud. En cambio, sí observa -de manera clara- que esta exclusión va en contra de los derechos fundamentales de las personas tal y como establecen nuestra leyes (lo afirma un 77%) además de suponer un riesgo para la salud pública al dejar sin tratamiento a personas que pueden padecer una enfermedad infecto contagiosa (un 72%).

martes, 11 de diciembre de 2012

Más pobreza, menos exclusión

Foto de Vissibles

Ocho de cada diez españoles opina que la de España será una sociedad más pobre y desigual cuando acabe la crisis y la economía vuelva a crecer. Existe una creciente preocupación de los ciudadanos españoles por cómo la pobreza se incrementa, cómo afecta a la población y cómo está dando lugar a un trato más desigual del Estado.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Más allá de los límites de la Realidad

Hay días en que me despierto desconcertada y dudando de todo, o de casi todo, que no es lo mismo pero es igual. Debe ser la edad. Por ejemplo, el otro día en la radio escuché a un ingeniero de burbujas y otras pompas hablar de un país en extinción. Lo llamó el país de Nunca Jamás. 

Parece ser que se trata de un lugar singular y sin futuro en el que los ciudadanos no quieren crecer ni madurar. Éstos -decía el experto con un tono de voz circunspecto- sólo buscan bienestar, justicia e igualdad. Y ante la coyuntura apocalíptica y existencial, lo más probable es que Nunca Jamás se vaya por el desagüe de los restos orgánicos utópicos. Sus habitantes están empeñados en vivir por encima de sus posibilidades. Por lo visto, se trata de un grupo de osados que enarbolan banderas pasadas de moda. No entienden que la gravedad del momento actual exige que los que toman las decisiones vivan conforme a su vanidad mientras que el resto debe conformarse con vivir, que ya es bastante. Unos insensatos, ciertamente.